“No quedó nada. En un rato la piedra, el agua y el viento se llevaron todo”. Ayer por la tarde, en Carlos María Naón, en el partido bonaerense de 9 de Julio, la intensa y repentina granizada devastó por completo los cultivos que tenían los hermanos César y Rubén Scasso, como a otros vecinos de la zona. No solo se afectaron los lotes en el campo familiar, también en un establecimiento alquilado. En tanto, todavía no hay una dimensión del daño en toda la región, pero se estima importante.